jueves, 30 de diciembre de 2010

Canarias: mix energético

Para los que todavía no han querido o podido entender que el suministro energético en Canarias exige una atención mayor que en la España continental porque allá, en la denominada piel de toro, se cuenta con unas infraestructuras mucho más completas -y complejas- y, además, porque en los casos de extrema necesidad pueden recurrir al posible suministro a través de Francia. Para los que todavía están en la inopia, afirmo, convendría darles a conocer que la política energética en las Islas fue y es un auténtico desastre. Y tamaño dislate encuentra su fundamento en unos políticos -los de ayer y los de hoy- torpes e incapaces de abordar la solución de un problema, con la condición de esencial, con las debidas garantías y la máxima celeridad. Y la opinión pública, ese monstruo de incontables cabezas, empecinada en arrimarle las culpas a las empresas que participan en la generación, transporte, distribución y comercialización de la energía eléctrica. Abundando en mi planteamiento inicial diré que, mientras el Estado le ha dado luz verde -con el beneplácito del alcalde actual de Candelaria que no le ha faltado sino tirar voladores- a la instalación de una nueva subestación transformadora en Las Caletillas, el Gobierno de Canarias, que ya cuenta con las normas legales para actuar, no se decide a la hora de establecer si la central que está a tiro de piedra de la nueva subestación permanecerá o no en su sitio.
Estoy plenamente convencido de la culpabilidad administrativa después de analizar una praxis política que no ha buscado el bienestar para Canarias sino que se ha preocupado, sobre todas las cosas, en satisfacer a parte de un pueblo que, de la mano de una supina ignorancia, que fue capaz de salir a la calle para terminar abortando el proyecto de línea de alta tensión por los altos de Vilaflor. Y ocurrió así que se desestimó el mejor proyecto posible para terminar cediendo ante un proyecto que hoy día nos hace sufrir por vergüenza ajena. Y es que ya se sabe, el pueblo, unido…
Otro disparate reciente encuentra su razón de ser en la numantina oposición a un puerto en Granadilla que impide, a su vez, la instalación de una planta para poder utilizar el gas natural y licuado que nos podría venir de fuera. La consecuencia directa de no contar con gas es que nuestro mix energético, a diferencia del peninsular, sólo cuenta con la generación eólica, fotovoltaica y térmica con quema de gasóleo eléctrico y fuel. Allende el mar cuentan, además, con la energía nuclear, la hidroeléctrica, la térmica con quema de gas y la térmica con quema de carbón.  Desestimando, por pura lógica, a la energía nuclear, la hidroeléctrica y al carbón, la pregunta que surge es ésta: “¿Por qué no hemos incorporado a nuestro mix energético la quema de gas?” Pues no lo podemos incorporar porque no hay puerto ni planta de regasificación ya que al ultra ecologismo establecido le ha dado por defender -cuestión legítima dicho sea a propósito- al sebadal y a los escarabajos antes que a la supervivencia de la especie humana.
Y ahora que la gente está que trina por la subida del precio de la energía es oportuno explicar que nuestro mix, al estar compuesto por la energía térmica convencional y las dos renovables sale más caro que el mix peninsular. Así es que, si se deciden a hilar muy fino, podrían llegar a decir y aplicar un precio para la energía en Canarias superior al precio de la energía en la península. Por cierto que Baleares ya cuenta con el gas. Pero, a pesar de todo, al pueblo llano se le sigue vendiendo la idea de que nuestro futuro energético depende de los aerogeneradores y las placas. ¡Leche machanga! Deseoso estoy que acaben el proyecto de la isla de El Hierro para poder demostrar que no es verdad todo lo que se ha dicho por parte de los políticos de todos los pelajes.
Lo del precio de la energía no ha hecho sino comenzar porque es verdad, la purita verdad, que la energía se ha estado cobrando a un precio inferior al de su costo. Despierta pueblo, aunque lo más cómodo sea permanecer dormido.

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